Investigadores espaciales detectaron la presencia de enormes nubes de carbono gaseoso en los alrededores de galaxias jóvenes, esta es la primera confirmación de que los átomos de carbono producidos dentro de las estrellas en el Universo temprano se han extendido más allá de las galaxias.
El grupo de investigadores observó esta anomalía a través del telescopio ALMA (Atacama LargeMillimeter/submillimeter Array) y es la primera confirmación de que los átomos de carbono producidos dentro de las estrellas en el Universo temprano se han extendido más allá de las galaxias, según información publicada por Europa Press.
“Examinamos a fondo el Archivo Científico de ALMA y recopilamos todos los datos que contienen señales de radio de iones de carbono en las galaxias del Universo temprano, solo mil millones de años después del Big Bang”, dice Seiji Fujimoto, autor principal del trabajo de investigación, astrónomo de la Universidad de Copenhague.
“Al combinar todos los datos, logramos una sensibilidad sin precedentes. Obtener un conjunto de datos de la misma calidad con una observación llevaría 20 veces más tiempo que las observaciones típicas de ALMA, lo cual es casi imposible de lograr”, añadió Fujimoto.
“Las nubes de carbono gaseoso son casi cinco veces más grandes que la distribución de las estrellas en las galaxias, como se observa con el telescopio espacial Hubble”, explica Masami Ouchi, profesor del Observatorio Astronómico Nacional de Japón y la Universidad de Tokio.
“Los chorros energéticos y la radiación de los agujeros negros supermasivos en los centros de las galaxias también podrían ayudar a transportar carbono fuera de las galaxias y finalmente a todo el Universo. Estamos presenciando este proceso continuo de difusión, la primera contaminación ambiental en el Universo”, indicó el profesor.
“Vimos nubes difusas pero enormes flotando en el Universo negro como el carbón”, agregó.