El dengue se transmite por la picadura del zancudo Aedes Aegypti, y en menor grado de Aedes Albopictus. Dichas especies también transmiten otras enfermedades como: chikungunya, fiebre amarilla y el virus de Zika. Debido a varios factores ambientales, sociales y económicos, en las últimas décadas la incidencia del dengue en el mundo ha aumentado de manera alarmante.
Un informe publicado por la Organización Mundial de la Salud, revela que anualmente se registran unos 390 millones de casos de dengue, de los cuales 96 millones se manifiestan clínicamente en cualquiera de sus niveles de gravedad.
En cuanto al riesgo de infección, se estima que cerca de 3900 millones de personas, de 128 países, son víctimas potenciales de esta enfermedad. Solo en Filipinas se notificaron más de 169.000 casos y en Malasia se superaron los 111.000 reportes sospechosos.
Prevención
La única manera de prevenir la transmisión del dengue consiste en evitar que se reproduzcan los mosquitos y tomar medidas de protección individual. En el primero de los casos las medidas recomendadas son: eliminar depósitos de agua estancada y vertederos de desechos donde el zancudo pueda depositar sus huevecillos, limpiar y tapar adecuadamente los contenedores de agua para el consumo doméstico e implementar planes de fumigación en las zonas donde se hayan registrado casos.
Las medidas de protección personal para evitar picaduras incluyen: colocar mosquiteros en el hogar, colocar mallase en puertas y ventanas para evitar que entren los insectos, aplicarse repelente cuando se encuentre en áreas con alta concentración de zancudos y utilizar ropa de manga larga.