En la primera parte de este trabajo hablamos sobre las consecuencias para el organismo de la ingesta indiscriminada de los medicamentos más comunes como los analgésicos, laxantes, antiinflamatorios, antiácidos, antibióticos y antidepresivos. En esta entrega hablaremos sobre cómo prevenir y reconocer el abuso de los medicamentos para que no se conviertan en una adicción silenciosa.
Los riesgos de adicción a los medicamentos aumentan cuando se utilizan de manera distinta a las indicadas por el médico, por ejemplo, en dosis más altas, usando una vía de administración diferente, o en combinación con el alcohol u otras medicinas.
Los doctores pueden jugar un papel fundamental en la identificación y la prevención del abuso de remedios al preguntar al paciente cuales son todas las medicinas que usa, para reconocer si hay un problema, establecer objetivos de recuperación y mandar la indicación adecuada. Además, debe estar alerta si el paciente le solicita agregar medicamentos a la receta, prolongar el tratamiento y si esta persona va de galeno en galeno buscando ser recetado varias veces.
Los pacientes también pueden tomar medidas para usar correctamente los medicamentos siguiendo las indicaciones, conociendo cuáles son las posibles interacciones con otros medicamentos, no dejando de tomarlos o cambiando el régimen de dosificación sin antes consultarlo con un profesional de la salud y evitando utilizar medicamentos de otras personas.
Asimismo, antes de adquirir otra medicina se debe describir el problema al profesional de la salud y ser sinceros al informarle sobre todos los remedios que se está tomando, incluyendo los que necesitan prescripción y lo que no, los suplementos dietéticos y de hierbas.
Finalmente, y no menos importantes son los farmacéuticos, quienes pueden servir como la primera línea de defensa ante el abuso o mal uso de las medicinas tomando en consideración varias recomendaciones como dispensar los medicamentos explicando y ayudando a los usuarios a entender las instrucciones para tomarlos. También, estando atentos a las recetas falsificadas o alteraciones en las indicaciones del médico.